El árido camino de los préstamos para autónomos

Obviamente el cierre del grifo del crédito en nuestro país por parte de las entidades financieras ha afectado a todos los niveles de la sociedad, incluyendo por supuesto a los préstamos desde el punto de vista del usuario y su economía doméstica, sin embargo, probablemente, si tuviéramos que elaborar un ranking de sectores o segmentos perjudicados por la dificultad de acceso a un préstamo que hoy en día es una tónica general en nuestro país el colectivo de los autónomos figuraría en las primeras posiciones de dicho ranking.

Si el acceso a la financiación a través de préstamos para cualquier tipo de proyecto y empresa resulta evidentemente en líneas generales fundamental, en el caso de los autónomos, y sobre todo en el caso de sectores en franco retroceso como puede ser la construcción, se ha convertido sin duda en una especie de Santo Grial de la financiación al que todos aspiran de un modo u otro pero muy pocos acceden, vamos a repasar los principales productos a los que se puede tener acceso desde este segmento partiendo también de la base de la realidad de la situación de las confesiones de estos productos.

PRESTAMOS AUTONOMOS

En primer lugar debo tener en cuenta que el endurecimiento de las condiciones crediticias ha alcanzado a todos los productos, esto quiere decir que los productos en general más demandados por los autónomos como pueden ser las líneas de crédito o determinados productos como el leasing y renting, de un modo u otro son de mucho más difícil acceso que hace tan sólo cinco años, lo cual teniendo en cuenta que se trata de productos directamente relacionados con el desempeño cotidiano de las economías de este segmento nos puede hacer ver claramente el problema al que se enfrenta.

Una de las cuestiones fundamentales en el tema de las líneas de crédito es el hecho de la disminución de los importes de dichas líneas de manera generalizada, lo cual genera sin duda en algunos casos una pequeña paradoja cuando de manera efectiva se nos plantea la posibilidad de acceso a una línea de crédito pero la misma no cubrirá nuestras necesidades reales, con lo cual, se nos fuerza a otras vías de financiación en el mejor de los casos cuando no al recurso de los préstamos personales con garantías hipotecarias como elemento complementario, y, tengamos en cuenta, que estamos hablando del mejor de los casos, es decir la obtención de la financiación que buscamos.

Es cierto que fundamentalmente lo que llevamos de 2014 se ha podido percibir en general un ligero movimiento de la banca para potenciar la financiación de este segmento, de hecho, si realizáramos un repaso a los productos específicos veríamos que probablemente la oferta en este sentido ha aumentado notablemente con respecto al pasado año 2013, sin embargo, esto se nota más en productos como los citados Rentings y Leasing que en los propios préstamos y líneas de crédito que siguen presentando una posición dura para la concesión.

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